Primer trimestre
Cambios emocionales de la mamá
Durante el primer trimestre, la mujer experimenta una serie de cambios emocionales y psicológicos que pueden influir en su comportamiento. En lo referente al plano emocional está muy sensible, de mal humor y suele llorar con facilidad.
Según opina Rodríguez Rozalén, este periodo se caracteriza por la presencia de estrés e inseguridad. La inseguridad viene dada por el hecho de que al principio, la mujer no tiene completa certeza de si está realmente embarazada; por otro lado, el estrés puede venir provocado por las nauseas y vómitos que pueden aparecer en este periodo.
Hay diferentes maneras de vivir cada embarazo. Muchas mujeres experimentan un profundo bienestar y un gran aumento de energía. Otras pueden sentirse muy sensibles y agotadas. Pero además, existe una tercera posibilidad, y es que puede haber mamás que experimenten ambas sensaciones al mismo tiempo, lo que se conoce como ambivalencia.
La embarazada tiene la sensación de que desea dormir más de lo habitual (hipersomnia). Esta necesidad de dormir se asocia a la “identificación con el feto” y está causada por los cambios hormonales y la sensación de incógnita. Es también frecuente que las mamás tengan sueños relacionados con robos o vaciamiento, que reflejan su temor a un aborto.
Por otro lado, la presencia de insomnio se puede considerar como una manifestación de estrés ante el embarazo.
En general, todas las embarazadas tienen altibajos emocionales, sienten inestabilidad y angustia (que son absolutamente normales) por lo que necesitarán mucho afecto de sus parejas.
Existe otro concepto conocido como Temores Femeninos. Aunque el embarazo sea totalmente deseado, hay una serie de temores que acechan a la mamá como por ejemplo:
- Surgen dudas acerca de su capacidad para ser madre.
- Existe una preocupación por el aspecto físico, las mamás creen que van a dejar de ser atractivas.
- Puede existir cierto sentimiento de inutilidad, ya que se preguntan si podrán seguir haciendo las mismas cosas que hacían antes de quedarse embarazadas.
- Incomprensión de sus sentimientos de tristeza y sus cambios repentinos de humor.
En cuanto a la ligazón emocional entre mamá y bebé, en este primer trimestre no es muy notoria. Pero a medida que el embarazo va avanzando, las ansiedades y los mecanismos de rechazo van desapareciendo debido al deseo creciente de ser madre.
Cambios emocionales del bebé
Tal y como afirma Rodríguez (2003) la vida emocional de toda persona se desarrolla en el interior del útero materno y aunque es difícil hablar sobre la vida psíquica del feto cuando tiene tan poco tiempo de vida, lo que sí que es cierto es que comienza a responder de manera refleja a algunos estímulos, lo que implica su capacidad de sentir.
A pesar de que este periodo es el inicio del embarazo, la madre comparte muchas cosas con el bebé, y una de ellas son las endorfinas (sustancias que proporcionan bienestar). Debido a esto, cuando la mamá se siente feliz, contribuye a que el bebé experimente sensaciones de placer y bienestar. (Rodríguez, 2003: 30)
Segundo Trimestre
Cambios emocionales de la mamá
En esta segunda etapa las emociones comienzan a estabilizarse. Cada vez hay más evidencia del embarazo, así que los temores ante una posible pérdida van siendo cada vez menores.
Desaparece el cansancio y el malestar propio del primer trimestre. Y aparece en la mamá un sentimiento de seguridad debido a que ya se notan los movimientos fetales (a pesar de ser tenues: burbujas o aleteos). El hecho de que los movimientos del bebé sean cada vez más perceptibles hacen que el embarazo se vea como una realidad, y que el bebé pueda percibirse como una individualidad. La embarazada empieza a notar estos movimientos y esto desencadena un profundo sentimiento de cercanía y unión; empieza a reforzarse el vínculo afectivo entre mamá y bebé que había comenzado en el periodo anterior.
Se experimentan sentimientos de alegría, de plenitud y se siente gran ilusión por el nacimiento del hijo, que se manifiesta con los preparativos para su llegada. Pero también se experimentan sentimientos de ansiedad debido al temor de que el bebé tenga malformaciones, por el miedo a morir en el parto, por el miedo a no estar preparada para ser madre, y otros miedos que experimentan las embarazadas que comentaré más adelante.
Otro aspecto que puede darse en las embarazadas es la bajada de autoestima por el hecho de perder la figura y por no vivir con naturalidad los cambios corporales que se van produciendo.
Durante esta etapa es frecuente que la embarazada busque figuras maternas (la madre o la pareja) ya que necesita sentirse protegida. Incluso a veces, los conocidos antojos pueden interpretarse como su necesidad de que aquellos que la rodean estén pendientes de ella.
Cambios emocionales del bebé
Sus sentidos están tan desarrollados que incluso es sensible a la luz, pues llegará a girar la cabeza en busca de las fuentes luminosas.
En este periodo ya es capaz de captar sonidos, así que los latidos del corazón de la madre, y la voz de su padre y de su madre, tendrán efectos muy gratificantes en el bebé. Además, el bebé puede captar sonidos a través del líquido amniótico… En esta fase del embarazo se produce la creación del tejido cerebral y, por tanto, una hipotética capacidad para asociar sonido y movimientos y también para recodar. Las voces de sus padres serán un estímulo muy positivo.
Además de todo esto, el bebé percibe los estados de ánimo de la mamá, como alegrías, disgustos, etcétera.
Tercer trimestre
Cambios emocionales de la mamá
Este periodo se caracteriza por la sobrecarga. Si el embarazo ha transcurrido sin problemas, aumenta la confianza de la mamá y sus temores comienzan a disminuir.
Es en este trimestre cuando el deseo de conocer al bebé se hace más intenso, a la vez que las mamás empiezan a sentir ansiedad por el parto y por los cuidados que requerirá su bebé. Pero además, según Corbella (1994) éste es un momento de placidez mezclado con cierta impaciencia, y es en este trimestre cuando el vínculo emocional es mucho más fuerte, por lo que comienza a surgir el instinto maternal.
Casi al final del embarazo crece un sentimiento de incertidumbre y ansiedad debido a la inminencia del nacimiento. La madre experimenta una serie de sentimientos como miedo al dolor del parto o a la muerte, miedo a que el bebé sufra algún daño al nacer o a que tenga alguna deformidad, dudas sobre su capacidad para criarlo bien, etc., que hacen que de nuevo experimente ansiedad.
En este momento el entorno que rodea a la embarazada cobra gran importancia, ya que puede contribuir a que las ansiedades aumenten debido a que las “predicciones,”, “consejos” y “opiniones” puede que no sean muy oportunos a pesar de no ser malintencionados.
Cambios emocionales del bebé
Este tercer trimestre es un momento estupendo para hablar al bebé, ponerle música y estimularle mediante caricias, ya que está en un periodo de gran receptividad.
Fuente: Embarazo de emociones. (Romina Canónigo Pizarro)
Bibliografía:
- Brazelton, T., y Cramer, B. (1993) La relación más temprana. Padres, bebés y el drama del apego inicial. Barcelona: Paidós.
- Brazelton, T. (1994) Su hijo. Momentos clave en su desarrollo desde el periodo prenatal hasta los seis años. Cambridge (Mass.): Perseups cop.
- Corbella, J. (1994) Enciclopedia descubrir la Psicología. Tomo 8. Tener hijos. Psicología del embarazo y del parto. Barcelona: Ediciones Folio S.A.
- Rodríguez, M. (2003) Pronto seremos tres. La aventura de ser padres por primera vez. Barcelona: Parragón Ediciones, S.A.